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martes, noviembre 15, 2016

Brasil: Asamblea del Consejo Mundial de la Paz termina con éxito



Alicia Lira, presidenta de AFEP, junto a Cecilia González de la Comisión FUNA y Pablo Ruiz del Observatorio por el cierre de la Escuela de las Américas participando en la Asamblea Mundial por la Paz en, Sao Luis, Brasil, del 18 al 20 de noviembre del 2016.





De Izquierda a derecha, Juan Pablo Acosta (República Dominicana), Alicia Lira (Chile), Daniel Ortega Reyes (Nicaragua), Alina Fernández (Cuba), Cecilia González (Chile), Pablo Ruiz (Chile) y Silvio Platero (Cuba).


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Brasil: Asamblea del Consejo Mundial de la Paz termina con éxito


El Consejo Mundial de la Paz (CMP) se reunió entre el 18 y 20 de noviembre pasado en Brasil, en São Luís do Maranhão, ciudad que fue declarada “Capital Mundial de la Paz”, y ocasión en que las organizaciones integrantes del CMP renovaron su compromiso de fortalecer la solidaridad entre los pueblos.
Casi 50 delegados de organizaciones de 33 países que integran el CMP participaron en la Asamblea Mundial de la Paz, los días 18 y 19 de noviembre, y en la Conferencia Mundial de la Paz, el 20 de noviembre, iniciando sus intervenciones con un saludo al pueblo brasileño en la lucha por la democracia, contra el gobierno golpista.

Además, estuvieron presentes en el encuentro 13 invitados, de 10 países, y hubo presencia masiva del Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos (CEBRAPAZ) quienes fueron los anfitriones de esta reunión internacional.
En la ocasión, la presidenta del CMP, Socorro Gomes, fue reelecta, así como el secretario-general, Thanassis Pafilis. Los coordinadores regionales electos o reelegidos son: Aqel Taqaz, de la Palestina (Oriente Medio); Chris Matlhako, de Sudáfrica (África); Ilda Figueiredo, de Portugal (Europa); Rabindra Adhikari, de Nepal (Asia), y Silvio Platero, de Cuba (América).
Asistieron a los eventos la Asociación Popular China para la Paz y el Desarme (CPAPD), encabezada por el secretario general Zhu Rui, y la Asociación de Vietnam de Víctimas del Agente Naranja (VAVA), liderada por el secretario general Nguyen Van Rinh.
Otros invitados internacionales fueron la cónsul de Cuba Laura Pujol, el embajador de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Laarosi Bahía, el diputado en el Parlamento Centro-Americano, Daniel Ortega Reyes, el portavoz nacional de la Marcha Patriótica de Colombia, Andrés Elías Gutierrez y el periodista y escritor belga, Michel Collon.
Representantes de las entidades brasileñas y amigos del CEBRAPAZ y del CMP también participaron, como el gobernador del Estado del Maranhão, Flávio Dino –quién dio esencial apoyo a la realización de los encuentros y contribuyó en la Asamblea Mundial de la Paz– y la presidenta del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Luciana Santos, que entregó un saludo personal. Otros invitados de organizaciones amigas brasileñas y de la Región enviaron representantes y mensajes.
El lema de la Asamblea Mundial de la Paz fue: “¡Fortalecer la solidaridad entre los pueblos en la lucha por la paz, contra el imperialismo!”. 
Ante las amenazas a la paz; fortalecimiento de la solidaridad
La propuesta de declaración final, debatida y aprobada en la Asamblea del CMP,  realiza un análisis de la coyuntura, de los desafíos y pone énfasis en la esperanza y posibilidad de vencer las amenazas de guerra y al imperialismo.
El documento afirma, en uno de sus primeros puntos: “En un periodo de profunda crisis económica, el mundo enfrenta nuevos peligros y amenazas a la paz, incluyendo las actuales intervenciones militares imperialistas contra países soberanos y la revitalización del fascismo, aplicando antiguas y nuevas formas. La humanidad está enfrentando los peligros de una guerra generalizada de dimensiones globales. Sin embargo, este es también un momento de esperanza –basado en las luchas de los pueblos del mundo–, de que esta eventualidad puede ser detenida. Necesitamos recordar las lecciones de las luchas históricas y unir todas las fuerzas consecuentes y amplias por la paz y el progreso en una fuerte movilización cuya fuerza, amplitud y convicción pueden impedir que ocurran nuevas tragedias”.
El texto destaca el avance de las agresividad imperialista y la militarización del planeta, las agresiones a los pueblos, las guerras, las tentativas de desestabilización y los golpes de Estado, como en Brasil, Ucrania, Paraguay, Honduras y las tentativas incesantes para detener en Venezuela los procesos de conquistas sociales, democráticas y progresistas que desafían la política imperialista estadounidense y europea.
Es también resultado de eso la destrucción del Estado libio y los cinco años de guerra en Siria, así como el mantenimiento de un régimen agresor, beligerante, colonialista y opresor como el israelí, dominado por una extrema-derecha violenta, que hace todo para mantener y consolidar la ocupación de Palestina.
Los delegados subrayaron que –para impulsar su agenda, en diversos países– el imperialismo estadounidense se vale, incluso, de fuerzas fascistas y grupos terroristas, armados y respaldados tanto por los EEUU como por sus aliados regionales. Además de eso, la lógica de la ‘disuasión’, o de la amenaza generalizada de guerra o agresión, es componente principal de la política externa estadounidense.
También, fue destacada la disputa territorial en el Mar Meridional de China, en cuyo escenario los EEUU actúa para causar la desunión entre los países vecinos instigando tensiones, promoviendo ejercicios militares provocativos e implementando asociaciones diplomáticas, económicas y militares, en una clara tentativa de consolidar su hegemonía en la Región, en oposición a China.
Las bases militares extranjeras, que ya suman casi 900 esparcidas por el mundo, “la máquina de guerra del imperialismo” –como dijo la presidenta, Socorro Gomes–, consolidada en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y las armas nucleares fueron subrayadas como instrumentos de las amenazas más graves contra la humanidad.
El anacronismo de la política estadunidense, de la OTAN y de sus doctrinas –como la del “dominio de espectro completo”, la de el “ataque preventivo”, incluso nuclear, entre otras– fue enfatizado por todos los delegados y resaltado en sus documentos como uno de los principales blancos de las campañas del movimiento de la paz y de solidaridad entre los pueblos.
La grave crisis económica y social también fue evaluada por el documento final: “Como organización y movimiento que lucha por una causa que dice respeto a toda la humanidad, nos sentimos conectados a las dificultades que afectan las mayorías desposeídas y oprimidas en todo el mundo por un sistema socioeconómico desigual. Las actuales amenazas de guerra están directamente relacionadas con la vasta gama de crisis que afectan al mundo. El sistema económico dominante muestra, cada vez más, su naturaleza exploradora y opresora, en las contradicciones entre los propietarios del capital y los desposeídos. Además de los aspectos económicos y financieros, la crisis sistémica también afecta el medio ambiente”.
Por otro lado, el documento final resalta que, al tiempo que la pobreza y la explotación son expresiones agravadas de las políticas dictadas a los pueblos para la superación de la crisis, el mundo gastó 2,3% del PIB total en el sector militar, desviando recursos de la inversión en los áreas sociales para promover la guerra o sostener el complejo industrial-militar, que lucra con esa lógica. También, fueron mencionados los acuerdos de libre comercio o asociación, que tienen en cuenta sólo el interés del gran capital, más una vez imponiendo a los pueblos un cuadro de explotación al servicio de unos pocos.
Un rico balance de actividades
La Asamblea del CMP hizo el balance de sus actividades, acompañado y sostenido por los análisis antimperialistas de la situación mundial. Los coordinadores regionales presentaron sus informes y las evaluaciones sobre la actual situación del CMP en las diferentes zonas del mundo, reflejando el empeño por el fortalecimiento y ampliación de la organización, con la adhesión de nuevos miembros y el estrechamiento de lazos con entidades amigas.
La situación de Brasil ha sido frecuentemente tratada por las organizaciones en su evaluación de la coyuntura internacional, como expresión de la embestida reaccionaria y conservadora y del imperialismo estadunidense y de sus aliados regionales y el reflejo de esta embestida en América Latina. En este contexto, también se realizaron actos de solidaridad con los pueblos brasileiro, venezolano y cubano en diversos países, con manifiesto apoyo a nuestra resistencia.
Además de eso, en el escenario latinoamericano, “la lucha por la defensa de la Revolución Bolivariana venezolana es cada vez más relevante frente a las constantes amenazas de desestabilización e intervención de la oligarquía local, en colusión con los EE.UU. Expresamos nuestra solidaridad con las fuerzas antimperialistas venezolanas y con el Comité de Solidaridad Internacional (COSI)”.
Por otro lado, el texto destaca la “victoria incontestable” del pueblo colombiano y de las fuerzas democráticas de la Región, “el avance de las negociaciones de paz en Colombia, entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), resultantes de la heroica lucha popular. En ese progreso, un rol fundamental es desempeñado por los movimientos sociales y comunidades colombianas, con el apoyo y la solidaridad de otras naciones, para una solución política con justicia y dignidad, que el pueblo colombiano pueda usar para fortalecer su lucha”.
El documento aún destaca las luchas de los pueblos indígenas por sus derechos culturales, sociales y políticos y la por descolonizar todo el planeta, con la que el CMP siempre se comprometió y trabó. Por eso, la situación del Sahara Occidental, ocupado por Marruecos, la de Puerto Rico, todavía sometido a los Estados Unidos, y a de las Islas Malvinas argentinas, controladas por Reino Unido, fueron algunas de las situaciones apuntadas en este ámbito.
Los miembros del CMP reafirmaron su compromiso histórico con esas y otras campañas y con el fortalecimiento de la organización, así como su actuación profundizada en el amplio movimiento internacional por la paz y la solidaridad entre los pueblos. La Asamblea en São Luís votó este compromiso con la resistencia antimperialista y la urgencia de la lucha para promover integraciones regionales soberanas y solidarias, una nueva orden mundial asentada en el multilateralismo y en la cooperación, libre de las injerencias, de la militarización, de las guerras, de la opresión y de la explotación.
El evento fue concluido con una Conferencia Mundial de la Paz, en la que también participaron más de 400 delegados, de los diversos países mencionados y de Brasil. Los conferencistas abordaron temas como la persistencia del colonialismo, la militarización del planeta, la resistencia latinoamericana al avance imperialista, reaccionario y conservador, la lucha de los pueblos europeos, enfrentando la crisis, contra el retroceso social y de los derechos de los trabajadores y la construcción continua del movimiento de la paz en todo el mundo. Como fue, en Brasil, el Día de la Conciencia Negra.
Los eventos fueron permeados por bellas presentaciones culturales, con música marañense y brasileña; en el día de la Conferencia hubo una orquesta, el joven bahiano Ronald Castro recitó una poesía suya y el coordinador regional de África, Chris Matlhako, hizo una intervención especial respecto a su lengua.
Fuente: CEBRAPAZ   Traducción: Jorge Araya 














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